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Fabricio Oberto habló de su futuro en el programa Uno contra Uno Radio. “El objetivo es claro: quiero llegar lo mejor posible a los Juegos Olímpicos y no poner en peligro mi situación”, dijo el cordobés, que analiza sus posibilidades para incorporarse a algún equipo a mediados de mes.
Fabricio Oberto, uno de los estandartes de la Selección Argentina, pasó por Uno contra Uno Radio (Splendid AM 990) y habló sobre su futuro. El cordobés, que no juega desde el Preolímpico de Mar del Plata, confesó que su prioridad sigue siendo la NBA, aunque no le cierra la puerta a ningún club. Además, aseguró que no se siente el salvador de ningún equipo y nombró a Atenas como una de sus prioridades en caso de jugar la Liga Nacional. A continuación, la charla con el cordobés.
–¿Cómo pasaste la fiesta?
–Muy bien, muy bien. Uno pasa tanto tiempo afuera, que son momentos que uno olvida cómo son. La verdad que disfrutando y, además, analizando algunas cosas pensando en el futuro.
–¿Viste la NBA?
–Sí, miré New York-Boston y, después, Oklahoma-Orlando. La verdad que muy bien. Parece que va a estar duro. Los dos meses sin jugar no los molestó mucho. Debido a que va a ser más corto y la intensidad, esta temporada va a estar más abierta.
–¿Te duele ver la NBA y no estar adentro?
–Ahora, si sale alguna chance, voy a tratar de estar. Mi agente está viendo ese tema y tengo un poco de margen para decidir. A medida que va pasando, las fiestas se transformaron en termómetro. Ya comienza enero y, de mitad de mes para adelante, quiero estar en algún lugar para que sea lo mejor para la Selección.
–¿La NBA sigue siendo tu prioridad?
–Uno ya tiene que ir definiendo y si pasa mediado de enero y no tengo chances, sin dudas que tengo que definir. No quiere decir que si no lo hago en la NBA no juego, el tema es llegar con una competición y mucho más roce, y no tan parado a Londres.
–Si no llega algo de la NBA, y somos medios egoístas, porque a su vez queremos que llegues lo mejor que puedas y des todo lo mucho que le podés dar a la Selección…
–Tengo poquito. Creo que me esfuerzo para tratar de estar ahí y las opciones están abiertas. No digo en tal lado no voy a jugar o en otro no quiero jugar. Nadie tiene un “no”. El objetivo es claro: quiero llegar lo mejor posible a Londres y no poner en peligro mi situación.
–Pero sí tenés un ranking: NBA, Europa y Liga Nacional.
–Sí, en realidad hay que ver cómo se mueven los lugares. La paciencia es lo que más premia en estas situaciones. Jugás con situaciones que no podés manejar: si a algún equipo se le lesiona un jugador, si le hace falta, el dinero y demás. Hay muchos factores…
–¿Y si llega a ser la Liga Nacional?
–Eso será otro tema. Uno tiene que estar confiado y sería, nuevamente, una gran adaptación para mí. No porque haya jugado en la NBA o Europa, y tenga experiencia, voy a llegar y jugar. Y repito, no hay “no” para nadie.
–Sé que no está cerrada la puerta para nadie y, también, que a todos los jugadores que volvieron después de jugar bastante tiempo afuera, les costó adaptarse. Y no hay casos de jugadores en los que uno dice “viene a robar”, casi todos rindieron.
–Eso creo que está en la jerga argentina. Va más allá. Creo que ningún jugador que suene esa palabra. Personalmente es una de las que más cuido. Respeto mucho este deporte y los equipo en los que estuve.
–¿Cómo se compone un día de Fabricio Oberto?
–Entreno, estoy bastante tiempo con mi hija, y también con familia y amigos. Por ahí tengo algunos negocios, aparte del básquet, que no me llevan mucho tiempo, pero voy aprendiendo. Estoy aprendiendo de la bodega, algunos viajes y demás. Si no, entrenar. Tratar de mantenerme en forma, si hay algún picadito me meto y voy a jugar: pobre a los que le toca, porque parezco un autito chocador. Muy tranquilo. Córdoba siempre me trata de primera y, por ahí, ando por Buenos Aires. Cuando salís del ruedo de los viajes y vivir en hoteles, se complica cambiar el esquema de una familia. Eso me lleva a pensar y ser muy consciente de la decisión que voy a tomar sobre dónde voy a jugar.
–Pero te ves en Londres.
–Sí, y voy a hacer todo lo posible y más para estar. Es un sueño y el desafío más grande que va a tener esta Generación.
–El otro día escuchaba a “Manu” decir que, estando España y Estados Unidos, sería un excelente logro alcanzar la medalla de bronce. Sería una gran despedida, ¿no?
–Sería tremendo lo que podría llegar a suceder. Leo las notas, lo que dicen mis compañeros y es así: tenemos el sentimiento de que va a pasar algo bueno, pero para eso hay que trabajar mucho. Creo que lo del Preolímpico fue un gran paso, pero creo que el equipo puede andar mucho mejor. Lo que nos tocó vivir, y jugar con esa carga, fue tremendo. Muchos equipos pasan, ganan muchas cosas y no tienen la posibilidad de recibir tanto afecto en casa.
–Cada noche que nombraban la camiseta número siete, y ya te lo dije, la gente respondía y recibías un apoyo impresionante.
–Sí, no hay palabras para terminar de agradecer ese cariño. Hice mucho sacrificio para tratar de estar en la selección y no fue fácil. Hasta una semana antes, con el tema del desgarro. Se trabaja mucho y es para devolvérselo a la gente por todo el cariño que nos dan, que no se paga con nada.
–De no ser que salga algo de la NBA, que sabemos es lo que querés, y te toca la Liga Nacional, ¿tenés preferencia por algún club?
–Te puedo nombrar a Atenas, pero hay que ver y tomar la decisión de acuerdo a lo que pase en el momento. Por el lugar y todo lo que me hicieron sentir, te diría Atenas. Pero insisto: no hay un “no” para nadie.
–¿Qué ponés en la balanza? ¿La lejanía con la familia?
–Eso suma. Después, creo que el proyecto deportivo es súper importante. Más que todo porque he evolucionado como jugador y tengo una forma de jugar. Me tengo que adaptar al equipo y no molestarlo, sino sumar.
–¿Ese pensamiento lo trasladarías a un equipo de Liga Nacional?
–Sin dudas que sí. No me considero el salvador de ningún equipo. Puedo ayudar a que mejore, pero me veo promediando 30 puntos. La decisión pasa por estar tranquilo y hacer lo que uno le siente bien.
Fuente: Recontravaleradio.com
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