El Comité Olímpico Argentino decidió que Emanuel Ginóbili sea el abanderado de la delegación argentina en los Juegos Olímpicos de Beijing. “Manu”, máximo referente del básquetbol argentino en el mundo, trascendió las fronteras y se transformó en uno de los deportistas representativos del deporte nacional.
La votación estuvo a cargo de los 19 Jefes de Equipo. Ginóbili obtuvo 8 votos, el remero Santiago Fernández (tres), el ciclista Juan Curuchet (dos), la jugadora de hockey Luciana Aymar (uno), el tenista David Nalbandian (uno). Por su parte se registraron cuatro abstenciones.

En los Juegos de Atenas 2004 el abanderado fue el velista Carlos Espínola, mientras que en Sydney 2000 el argentino elegido fue el boxeador Omar Narváez.

El escolta subcampeón mundial en Indianápolis 2002 y Medalla de Oro en los Juegos Olímpicos en Atenas con la Selección Argentina en 2004, volverá a representar a nuestro país en los Juegos de Beijing 2008.

Entre las tantas distinciones recibió dos Olimpia de Oro como deportista del año.

En 2004 fu reconocido con el premio “Excelencia Deportiva” otorgado por el Centro de Graduados de la UCEMA que distingue la trayectoria deportiva, profesional y a la calidad humana de la persona elegida.

El bahiense considerado el mejor jugador Latinoamericano de toda la historia, nació el 28 de julio de 1977 y debutó en la Selección Argentina mayor en el Mundial de Atenas en 1998.

Debutó en la Liga Nacional con Andino de La Rioja en 1995 y fue elegido mejor debutante de la temporada.

En 1998 partió a Italia donde con Virtus Kinder Bologna logró consagrarse como uno de los mejores jugadores del viejo continente. Ganó 2 Copa Italia (2001 y 2002, siendo el MVP de la segunda), 1 Liga Italiana (2001, siendo también el MVP de la misma) y 1 Euroliga (2001), siendo el MVP de las finales.

En 2002 llegó a la NBA. Con San Antonio Spurs logró 3 campeonatos y se trasformó en una de las estrellas del básquetbol mundial.

Fuera del ámbito deportivo creo la Fundación Manu Ginóbili con el objetivo de colaborar con los chicos de bajos recursos, que son quienes más padecen esta situación, ya que se encuentran en una etapa de formación en la que cualquier carencia actual puede tener una repercusión grave en su futuro.

El trabajo de la institución apunta sobre todo a consolidar para los chicos una base en salud, educación y brindarles así la formación necesaria para que luego puedan completar una inserción laboral. El objetivo central es que puedan contar con posibilidades similares a las del resto de la sociedad.

Prensa CABB

Foto: Marcelo Figueras