El capitán de Argentina escribió en su web, scola4.com: “Tuvimos un nivel altísimo de esfuerzo, trabajamos mucho, luchamos hasta el final y llevamos al equipo al máximo de nuestras posibilidades”. Scola fue elegido en el quinteto idea y finalizó como máximo anotador, con 27,1 puntos.
Se terminó. Le ganamos a España y ya no hay más Mundial. Conseguimos el quinto puesto y mi balance es muy positivo. Todos teníamos la ilusión de pelear por las medallas, eso estaba claro. Pero la realidad es que Lituania nos ganó muy bien en cuartos de final y ellos se merecían ese lugar. A nosotros no nos alcanzó para estar donde más nos hubiera gustado, pero tuvimos un nivel altísimo de esfuerzo, trabajamos mucho, luchamos hasta el final y llevamos al equipo al máximo de nuestras posibilidades.

Esto es lo que somos y no nos da para más. También creo que es altamente valorable la actitud que tuvimos después de perder. No es fácil jugar después de lo que pasó y superamos la prueba con alta nota frente a Rusia y a España. Después de Lituania, el equipo era un velorio: no era fácil hablar, motivarse y mucho menos animarse. Pero cuando entré a la reunión pos partido lo vi a Marcelo Milanesio y a partir de ahí no pude parar de pensar en que si él, con la carrera gloriosa que tuvo, nunca pudo conseguir un séptimo puesto, ¿cómo nosotros le íbamos a faltar el respeto a él, subestimando estos dos últimos partidos? Teníamos la obligación de salir a muerte. Por suerte todos pensamos igual y pudimos regalarle a Marcelo este quinto puesto. Es por eso que estoy feliz.

Personalmente es un poco la misma ecuación. Terminé totalmente exhausto, no tenía ni siquiera un cuarto más para dar y esa es la razón por la cual estoy satisfecho con mi torneo.

Después, el hecho de ser goleador y todos los demás logros individuales es secundario. Hablando de eso, sabía antes de la final entre Estados Unidos y Turquía que era muy difícil que Kevin Durant me alcanzara como goleador del torneo. La verdad es que no voy a decir que no me gusta, porque sí me parece valioso, aunque siempre por detrás del quinto puesto y detrás de cualquier logro grupal. Pero lo valoro mucho. La realidad es que tampoco soy un goleador. A pesar de que tengo puntos en la mano, no es mi principal virtud. Pero en este torneo el equipo se apoyó mucho en mí y me gustó haber podido responderle. Igualmente sigo sosteniendo lo mismo: espero que en el futuro ninguno de nosotros sea goleador, porque eso significará que tenemos más opciones en ataque y, por ende, más chances para ganar.

Por otro lado, Sergio (Hernández) terminó su contrato, con lo cual queda pendiente el tema del entrenador. La verdad es que no sé qué va a pasar, pero tampoco creo que sea el momento para debatirlo o definirlo. Por mi parte, haga lo que haga Sergio va a estar bien. Fueron 6 años fantásticos y con él crecí como jugador año a año. Me dio la titularidad, después la capitanía y tuve un gran protagonismo. Valoró mi opinión y por sobre todas las cosas me hizo mejor jugador. Eso es lo máximo que un entrenador puede darme. Así que pase lo que pase, siempre lo voy a recordar y le voy a estar eternamente agradecido.

Ahora me toca descansar, pensar en la temporada con Houston en la NBA y prepararnos para que en Mar del Plata la Selección pueda empezar a construir las medallas que van a venir en el futuro.

Por Luis Scola, para www.scola4.com