Mientras la Preselección Nacional femenina de mayores entrena en el CeNARD con la mente puesta en el Premundial de Brasil, Paula Gatti, una de las jugadoras más experimentadas del plantel, habló para nuestro sitio web y afirmó: “La clasificación es posible, pero no es nada fácil”.
Argentina buscará en el torneo FIBA Americas (23 al 27 de septiembre) en Cuiabá, capital de la provincia de Mato Groso, Brasil, un boleto para el Mundial del 2010. Para esto, las chicas comandadas por Eduardo Pinto se están entrenando arduamente y uno de los referentes del grupo, Paula Gatti, hace un análisis de los trabajos que se están realizando, habla sobre cómo ve al equipo y nos cuenta qué siente por la Selección Argentina.

-¿Qué diferencias notás a la hora entrenar con tu club que en el seleccionado?

-El formato de trabajo es similar, lo que varía básicamente es el nivel de jugadoras lo que permite potenciar el nivel del entrenamiento. Podría hacer el mismo paralelismo entre los entrenamientos del seleccionado a la fecha de hoy, comparado con los entrenamientos cuando se suman algunas jugadoras que juegan en el exterior. El nivel del entrenamiento es claramente superior, mejora y aumenta el estímulo-respuesta y eso permite que nos potenciemos, tanto las jugadoras como el cuerpo técnico. Nos obliga a todos a esforcemos más y en consecuencia, el progreso es mayor.

-¿Qué balance hacés en lo que va de esta concentración?

-Creo que estamos haciendo un muy buen trabajo de base que nos va a permitir llegar en condiciones óptimas a septiembre. Igual, por suerte tenemos tiempo para seguir trabajando duro e hilar fino en todos los detalles. En este nivel, los detalles y la fortaleza mental individual y grupal, hacen la diferencia.

-¿Cómo ves al grupo en esta etapa de trabajo y cómo te sentís en lo individual?

-El grupo está muy bien, reencontrándose, después de un 2008 no tan feliz como hubiésemos querido, dispuestas a afrontar lo que nos toque con la frente en alto. Por suerte hay buena química de trabajo y eso es importantísimo.
En lo individual, tuve un 2008 nefasto, con lesiones y enfermedades que me obligaron a someterme a una cirugía en febrero y la recuperación de la misma no es sencilla. Esto fue conversado con el cuerpo técnico porque para ser honesta a la fecha, mi condición física es paupérrima, pero por suerte para septiembre falta y sobran ganas de estar bien para ver si puedo aportarle algo al equipo.

-¿Cuál es el mayor objetivo para el Torneo FIBA Américas a desarrollarse en Brasil?

-Clasificar para el Mundial 2010 a como de lugar. Ese es el mayor y único objetivo.

-Vos ya estuviste presente en dos mundiales de mayores, ¿Soñás con jugar el Mundial del 2010?

-Definitivamente, pero hay que ir paso por paso. Sin clasificación no hay mundial y la clasificación es posible, pero no es nada fácil.

-¿Qué se siente representar a tu país en un Mundial?

-Honestamente, poder participar de un Mundial es una experiencia única y diré que inexplicable. Es muy emocionante encontrarte en el mejor y más importante torneo de la disciplina que elegiste, que te apasiona, y que de seguro cuando te iniciaste no sabías que existía, y mucho menos que podrías presenciar y protagonizar. De golpe, ves la importancia que tiene el Básquet Femenino, en otros países y lo lejos que estamos nosotros de eso, no sólo por cuestiones económicas sino de mero interés. Además de lo deportivo te nutrís en otros aspectos porque ves y conocés conductas y costumbres de otros países. El deporte transmite y habla mucho de la cultura de cada país, sobre todo si uno sabe y quiere hacer esa lectura, y aprecia la posibilidad de poder hacerlo.

-¿Qué significa para vos jugar para el seleccionado nacional?

-Otra cuestión inexplicable. Es el mayor orgullo que cualquier jugadora de básquet, que ame y le apasione la disciplina, puede sentir. Para mí, no tiene precio representar a mi país y ser parte de todo esto que es tan lindo. Es indescriptible lo que uno siente al escuchar el himno antes de comenzar la competencia, después de ello es imposible no dejar todo en la cancha, que en definitiva es lo importante. Si uno deja todo, el resultado es anecdótico y sólo quedará trabajar para ir corriendo la línea de lo máximo que un equipo pueda dar.

La actual jugadora de Vélez Sarfield disputó dos mundiales en la categoría mayores. Participó del 14° puesto obtenido en Alemania 1998 y fue una de las piezas claves para lograr aquel histórico noveno puesto conseguido en el Mundial de Brasil en el 2006.

Patricio Gioia
Prensa CABB