Ubicada cerca del Parque Olímpico, en la zona de la laguna de Jacarepaguá, la Villa Olímpica donde se aloja la Selección Argentina en Río de Janeiro es un lugar que da la talla para semejante evento. Con capacidad para 17.950 personas gracias a sus 3.604 departamentos sobre 31 edificios, se trata del complejo más grande en la historia de los Juegos Olímpicos, e incluso ya está todo vendido para luego de la finalización.

El plantel nacional y todo el cuerpo técnico se encuentra en tres grandes habitaciones del piso 18, el último de los cinco con los que cuenta la delegación argentina en la Villa. Y las comodidades son absolutas a partir de las buenas instalaciones. Cada unidad tiene todo lo necesario para el día a día: camas, mesas de luz, armarios, tender, sillones, y demás.

Llama la atención, además, el enorme comedor, donde generalmente coinciden varios deportistas argentinos de distintas disciplinas, y en donde se puede percibir el clima de camaradería y buena onda absoluta entre ellos. Las constantes fotos, risas y charlas compartidas están a la orden del día y demuestran que abunda el clima olímpico entre la delegación.

La Villa, que ocupa una zona de más de 71.000 metros cuadrados, se encuentra en el centro de un parque con constante movimiento. Lagunas, puentes, espacios verdes y varios circuitos de ciclovías para uso de los atletas son algunas de las cuestiones más características del lugar. En definitiva, un monstruo construido, diseñado y ambientado para que los protagonistas de la mayor competencia del deporte tengan todo al alcance de la mano para disfrutar de la estadía en Río.