Con una actuación brillante y un cierre dramático, la U19 masculina se impuso 87-85 en los octavos del Mundial de Hungría. Aaliya dominante, Bordón decisivo. El viernes, cuartos de final ante España.

Se festeja con alma y vida por los pibes. En los octavos de final del Mundial U19 masculino, Argentina venció a Brasil 87-85 y se metió entre los ocho mejores del certamen. Los chicos jugaron su mejor partido del torneo, con carácter, orden y efectividad, para superar a un rival de jerarquía. Con Lee Aaliya dominante en la pintura, Argentina sacó 20 a falta de cinco minutos. Brasil se acercó a base de presión y vértigo, pero Dylan Bordón fue decisivo en el momento caliente. Gran despliegue y esfuerzo, todos hicieron su parte y mostraron su mejor versión. El viernes serán los cuartos de final ante España, uno de los invictos y serios candidatos al título.

Argentina arrancó con un parcial de 6-0 impulsados por el entusiasmo y la energía en defensa. Pero luego entró un bache ofensivo que Brasil aprovechó para empatar con ataques rápidos y segundas oportunidades en la pintura. Una bandeja de Fresno y un triple de Giovannetti impulsaron un nuevo parcial de 7-0 para los chicos, con el que llegaron a sacar ocho de luz. Brasil descontó desde la línea y el primer cuarto finalizó con Argentina arriba 17-11.

Tras unos minutos desprolijos, que Brasil aprovechó para descontar, la ofensiva empezó a fluir y Argentina jugó sus mejores pasajes del torneo. Primero, con el pick and roll entre Bordón y Aaliya, después con el ataque rápido y por último, con el propio Aaliya dominando en la pintura y las alturas, los chicos anotaron 24 puntos en el parcial. Si la diferencia no aumentó, fue porque a pesar del gran trabajo de Fresno en defensa, Brasil encontró caminos al aro para sacar faltas o conseguir segundas oportunidades abajo del canasto. El primer tiempo finalizó 41-33 con Argentina en control anímico del partido.

Para el entretiempo, Aaliya llevaba 16 puntos, 10 rebotes y 2 tapas, Bordón acompañaba con 9 unidades y 3 asistencias. De los 41 puntos, 24 fueron en la pintura. Los chicos lanzaron mejores porcentajes que su rival en todos los apartados, forzando a Brasil apenas a un 32% de campo.

La vuelta de los vestuarios fue a pedir de Argentina, que con buen criterio y tres triples sacó 12 de luz. Obviamente, Brasil no tardó en reaccionar. De la mano del uno contra uno de sus jugadores más explosivos, anotó cerca del aro y consiguió viajes a la línea para volver al juego. Pero un gran ingreso de Diego Collomb le permitió a Argentina escaparse. La conducción del base, junto con la intensidad de Trouet, dieron la energía necesaria para que los chicos sacaran una ventaja de 66-53 al final del tercero.

Con un feroz comienzo del último cuarto, Argentina sacó máxima de 20 a falta de cinco minutos (77-57) y todo era euforia. Pero Brasil no se entregó. Con una receta simple, poco a poco fue limando la diferencia. Presionó todo el campo, generó pérdidas y desgaste que hicieron que se les cierre el aro a los chicos. De otro lado, atacó decididamente el canasto, sacando faltas para anotar con el reloj detenido. Metió un parcial de 17-2 y se puso a cinco con 1:34 por jugar. En el momento más caliente, apareció Dylan Bordón, como siempre, con siete puntos seguidos, para asegurar que Argentina esté arriba en el marcador a pesar de los embates de su rival. Brasil tiró 15 tiros libres en cinco minutos y tomó 9 rebotes ofensivos en ese lapso.

El final fue dramático. En el intercambio de tiros libres, a Brasil le quedó la última bola, abajo por dos, con 1.8 por jugar. El triple para ganarlo se quedó corto y la victoria quedó para Argentina por 87-85. Lee Aaliya fue el más destacado, adueñándose nuevamente de la pintura con 20 puntos, 14 rebotes y 4 tapas. Dylan Bordón sumó 19 unidades, con 4 rebotes y 4 asistencias, más un cierre fenomenal. Giovannetti anotó 14 con 5 tableros. Argentina se guardó toda la puntería de tres puntos para el cruce más importante, lanzó 11/32 en triples y un 45% de campo.

Victoria agónica pero merecida para la camada, que venció por primera vez a Brasil tras dos derrotas previas y se metió entre los ocho mejores. Argentina jugó 35 minutos brillantes, incluyendo un pasaje del segundo tiempo de altísimo nivel. Luego debió aguantar la embestida de un rival que tenía con qué y no bajó los brazos. La aventura por Hungría continuará este viernes, con los cuartos de final ante España, en horario a confirmar. Más allá de lo que suceda, Argentina se asegura que los tres siguientes cruces serán ante buenos rivales, importante para seguir ganando roce y experiencia.

ESTADÍSTICAS

Fotos: Gentileza de FIBA