El Decano venció 87-86 a El Ceibo tras 50 minutos de tensión absoluta. Cristian Verón fue el MVP con 31 puntos y 13 rebotes en el local, mientras que Gabriel Rojas anotó 30 para para los de San Francisco.

En un Estadio El Decano colmado, sin butaca vacía y con la hinchada local marcando asistencia perfecta, el primer duelo de la segunda ronda en la Conferencia Oeste mostró el clásico sabor de playoffs de La Liga Federal: un margen microscópico, táctica al detalle y la celebración de un público que vibró con la intensidad de una final.

Las figuras del partido dejaron su huella. Del lado local, Cristian Verón firmó una planilla de 31 puntos, 13 rebotes y valoración 36, sostén vital del Decano. Lo escoltaron la eficiencia interior de Hernán “Totti” Acuña (15 pts, 6/6 TL) y la puntería clave de Leonel Moyano (10 pts, 3/4 triples).

Del otro lado, El Ceibo mostró oficio, paciencia y efectividad en el perímetro, con Gabriel Rojas como líder absoluto (30 pts, 7 rebotes, 28 val) y Santiago Andrione (22 pts, 33% en triples). El equipo cordobés desplegó un juego abierto, con constantes rotaciones defensivas, transiciones controladas y ataques con criterio. Sus sistemas, bien sincronizados, permitieron mantener el pulso del juego y una postura táctica que combinó calma y ejecución.

Los cuatro cuartos fueron una carrera de alto voltaje: 25-26, 22-11, 12-16 y 9-15, que dejaron igualdad absoluta al sonar la chicharra (64-64). El primer suplementario calcó la tensión (10-10), hasta que el segundo overtime se resolvió con la anotación de Farías y una buena posterior defensa riojana para ganarlo 87-86. Fue una verdadera batalla estratégica entre Diego Vega y Eduardo Blengini, que ajustaron sus piezas como en un tablero de ajedrez, cambiando marcas, tiempos de posesión y liderazgos ofensivos.

Las voces del vestuario riojano dejaron claro lo que significó este cruce: “Fue un partido agotador; doble suplementario. Se nos escapó por momentos, erramos triples y libres, pero ganamos. A festejar unas horas y a pensar en el sábado”, dijo Valentín Farías, escolta juvenil del club. “Si no se sufre, no se gana. El aliento de nuestra gente se sintió en los momentos tensos y, con corazón, sacamos el juego adelante", declaró Hernán Totti Acuña, pivot del equipo.

La serie, al mejor de tres, continúa el sábado 24 de mayo en San Francisco, cuando El Ceibo reciba a Riojano en el Estadio Antonio Cena, con la misión de defender su localía y emparejar la serie. De ser necesario, el tercer partido también se jugará en ese mismo escenario. El boleto a la siguiente fase de la Conferencia Oeste está en juego, y si este primer round fue una muestra, lo que viene promete ser aún más intenso.

Fuente: Prensa Club Riojano