Estudiantil superó 74-63 a Pilar y selló un logro histórico ante su gente, clasificar por primera vez a Playoffs Interconferencias. 23 puntos de Glinberg y 20 de Cisterna en el local, 14 de Ruiz en la visita.

El partido, correspondiente al Juego 2 de la segunda ronda de los Playoffs, fue una verdadera batalla jugada con altísima intensidad y ante un estadio repleto, con hinchadas de ambos equipos que no dejaron de alentar ni un segundo.

Tras haber ganado el primer juego en Pilar por 77-63, los de Ramos Mejía llegaban con confianza a su casa, y lo ratificaron desde el inicio. En un primer cuarto de mucho vértigo, Porteño impuso el ritmo con defensa alta y ataques verticales, llevándose el parcial 24-19. En el segundo, la visita ajustó marcas y emparejó el trámite, aunque los locales se fueron al descanso largo con una ventaja mínima (41-38).

El quiebre llegó en el tercer cuarto. Estudiantil lo ganó 20-12, aprovechando la sequía de Sportivo desde el perímetro (terminaron con 4/25 en triples) y sacando rédito de las pérdidas del rival. La conducción ofensiva pasó por las manos de Lautaro Cisterna, que firmó una actuación completísima: 20 puntos, 10 rebotes y 5 asistencias, clave en ambos costados de la cancha y con una lectura de juego determinante en los momentos de tensión.

Junto a él, otra figura fundamental fue Federico Glinberg, que volvió a mostrar su jerarquía con 23 puntos, 8 rebotes, 2 tapas y 20 de valoración en 37 minutos de acción. Entre ambos anotaron casi dos tercios de los puntos del equipo y lideraron tanto el ataque como la defensa en la pintura.

Sportivo Pilar no bajó los brazos y luchó hasta el final. Tuvo en José Torrens a su mejor exponente: el interno se destacó con un doble-doble de 13 puntos y 11 rebotes, mostrando carácter, presencia física y una gran entrega. Sin embargo, la baja eficacia desde el perímetro (16% en triples) y algunas pérdidas en momentos clave (11 en total) limitaron sus chances de revertir la historia.

Porteño dominó varios aspectos del juego: tiró mejor de campo (48% contra 39%), ganó la batalla de los rebotes (37 a 33) y repartió más asistencias (17 a 12), además de mostrar una defensa intensa con 8 robos y 2 tapas. Supo mantener la ventaja en el último cuarto (13-13) sin perder el control emocional ni físico, en un contexto de enorme presión.

Ahora, Estudiantil Porteño se prepara para enfrentar el próximo desafío en la Interconferencia, con la ilusión renovada y la convicción de que pueden seguir haciendo historia. Sportivo, por su parte, tendrá una oportunidad más de reclasificación a través del triangular.

Fuente: Prensa Estudiantil Porteño