A punto de cumplir 36 años y a pesar del desgaste físico, el referente tucumano brilla en La Liga Federal con un nivel impactante. Goleador, líder y ejemplo que sigue adelante por amor al básquet y a su gente.

Hablar de Patricio Aranda es hablar de experiencia, talento y vigencia. El ala-pivot de San Martín de Tucumán que llegará a sus 36 el próximo 5 de mayo es el jugador con más minutos disputados en su equipo (34 por partido), el segundo de mayor valoración de toda la Conferencia Norte A (20), tercer máximo anotador (19.8) y tercero también en rebotes (9.4).

Sin embargo, su presente va más allá de los números. “Me vengo sintiendo muy bien, estoy entrenando mucho y gracias a Dios me siento cómodo en el equipo”, comienza. “Los números vienen siendo favorables en lo personal, aunque en lo colectivo no están siendo los mejores. Hay que seguir trabajando día a día para estar mejor y ayudar a cambiar la situación”.

Con récord actual de 4 victorias y 10 derrotas, San Martín no ha tenido una temporada fácil, pero las expectativas siguen intactas. “Queremos clasificar y pelear un lugar en los playoffs. Si bien hay algunas cosas adversas, confiamos en que podemos ganarnos un lugar y dar pelea”, sostiene.

Hace tiempo, Aranda había confesado que jugaba con los meniscos rotos. Hoy, sigue conviviendo con esa lesión. “Los tengo muy desgastados, también por los años y el trajín. No siempre a lo largo de mi carrera se jugó con piso de madera, así que es normal que todos los jugadores sufran de las rodillas, algunos más, otros menos. El jugador profesional convive con el dolor, es algo del día a día. Laburo mucho las rodillas, hago fortalecimiento, voy al kinesiólogo, quiropráctico... Todo lo que ayude al bienestar integral del cuerpo, lo hago. A veces cuesta porque lleva tiempo, pero sé que es necesario”.

En ese contexto, sorprende su rendimiento. Cuando se le pregunta por su futuro, sonríe: “La verdad que no pienso en retirarme aún, jaja... No sé hasta cuándo seguiré jugando, pero te aseguro que mientras me sienta competitivo y mi cuerpo esté a la altura, voy a seguir. Soy consciente de mi edad, pero también de todo el laburo que hago fuera de la cancha para poder rendir. Y eso, a la larga, da sus frutos”.

Entre las tantas camisetas de una trayectoria envidiable se encuentran las de Estudiantes de Tucumán, Pico Football Club, Pergamino Básquet, Tucumán Básquet, Colón de Santa Fe, Asociación Mitre, Independiente de Tucumán, Juan Bautista Alberdi de Tucumán, Club Argentino de Firmat, UNCAUS de Sáenz Peña, Sarminto de Resistencia, Sarmiento de Formosa, Regatas Uruguay y Zárate Basket. Como si eso fuera poco, Aranda fue bicampéon del Campeonato Argentino de Básquet en años consecutivos con el combinado tucumano. ¿Y por qué un jugador con este palmarés elige hoy brillar en La Liga Federal?

La respuesta es simple y humana: “Encontré un lugar en Tucumán que cubre mis expectativas en todo sentido. Un lindo grupo de laburo, compañeros excelentes, y la posibilidad de estar cerca de la familia. A mi edad las prioridades cambian. El irte se hace complicado cuando estás lejos de los tuyos mucho tiempo. Estar cerca de los seres queridos es un plus. Por eso puedo brillar en la cancha, como mencionás”. Claro, cuando Patricio habla de su gente sus ojos se iluminan, ya que en Tucumán se encuentran sus tres hijas: Sively, de 16 años, Irupé, de 11, y Laia, la menor con 10.

La Conferencia Norte A no es sencilla: “Siempre fue una zona con equipos muy competitivos, duros y con carácter. Es muy pareja, donde cualquiera puede ganar. Hay dos equipos con un poco más de calidad, pero en general es una zona muy linda para jugarla. En mi caso, con muchos equipos y jugadores conocidos”.

Finalmente, deja su mirada sobre el torneo: “A La Liga Federal la veo bien, es una competencia muy linda con equipos en todo el país. Sé que los que lleguen a playoffs van a ser los mejores, porque ahí se nota la verdadera jerarquía. Como todo torneo, tiene cosas por mejorar, pero ojalá se siga desarrollando y perdure en el tiempo”.

Patricio Aranda sigue siendo bandera. En el parquet, en las estadísticas y en el ejemplo. Mientras su cuerpo lo permita, el Santo tucumano seguirá contando con su alma competitiva.