Facundo Núñez, entrenador de San Miguel, grabó en su piel el emblema de la competencia como símbolo de gratitud y ambición. Su vínculo con el club comenzó a los 5 años, y hoy lo encuentra cumpliendo un sueño.
La pasión en el básquet puede expresarse de múltiples maneras, pero pocas tan simbólicas y profundas como la del entrenador principal de San Miguel. Hace apenas unos días, Núñez sorprendió a propios y extraños al tatuarse el logo de La Liga Federal, el torneo que hoy lo tiene como protagonista desde el banco de uno de los equipos revelación de la Conferencia Metropolitana A, donde comparte la cima con récord de seis victorias y cuatro derrotas.
“Me lo hice el viernes pasado, y no fue una apuesta, pero sí se convirtió en una especie de promesa: la de representar en mi piel cada escalón del profesionalismo al que pueda llegar como entrenador. Este es el primero, y ojalá vengan muchos más”, cuenta con emoción.
La historia del tatuaje está íntimamente ligada a su recorrido en el club. Núñez es parte de San Miguel desde los cinco años, primero como jugador, luego como formador y hoy como conductor del primer equipo. Sus padres también colaboraron en distintas áreas del club, y su vínculo con la institución es tan fuerte que se lo suele ver alentando al equipo de fútbol que milita en la Primera Nacional.
“El regalo me lo hicieron los padres de un jugador de Premini. Siguieron toda nuestra campaña en la Copa de Oro y el Pre-Federal, y como reconocimiento por los dos ascensos y la clasificación a La Liga Federal, me ofrecieron un tatuaje. Cuando me lo propusieron, no lo dudé: quería que quedara para siempre en mi cuerpo este logro que conseguimos juntos”, relata.
La escena se completa con un detalle aún más emotivo: el tatuador fue el propio padre del chico, quien se mostró entusiasmado con la propuesta. “Me dijo que le encantaba la idea, y que esperaba ser también quien me tatúe los próximos logros. Ojalá sea con este club, con San Miguel. Es el lugar donde me formé y al que le debo todo”.
Núñez asumió como DT principal en enero de 2024, luego de un ciclo como asistente. En su primera temporada al mando, logró dos históricos ascensos: "Fue un hermoso proceso, con jugadores muy identificados con el club. Para esta temporada, llegaron refuerzos que se adaptaron rápido y entendieron qué significa esta camiseta", describe.
El presente de San Miguel lo encuentra compitiendo de igual a igual ante cada rival. “Tuvimos una racha de cuatro victorias consecutivas en la primera rueda de la fase regular que nos posicionó bien. Después vinieron algunas derrotas que dolieron, porque fueron por detalles, pero seguimos con la cabeza en alto. El equipo es casi completamente nuevo, todavía se está conociendo. Buscamos entrenar fuerte, entender nuestra idea y crecer día a día. Para mí, ganar es todo, pero también entiendo que en este deporte, las victorias son consecuencia del trabajo y debemos disfrutar del proceso", reflexiona.
En el vestuario, la noticia del tatuaje fue muy bien recibida. “A todos les encantó. Algunos chicos de las formativas me dijeron que el próximo logo debería ser el celeste de La Liga Argentina. Y sí, soñar no cuesta nada. La ambición no se negocia”.
Con 38 años, profesor de Educación Física, ferviente hincha y embajador de su pasión por el básquet y el Club San Miguel, Facundo Núñez es un ejemplo de identidad y entrega. La Liga Federal fue su puerta de entrada al profesionalismo, y su tatuaje un testimonio imborrable de que en este deporte, los sueños también se llevan marcados en la piel.