El Merengue derrotó a Revolución San Juan 73 - 68, dio vuelta un partido que parecía irreversible, y mostró dos caras en un mismo partido. Gran juego de Revolución San Juan, que no pudo cerrar el marcador.
El juego de palabras con el nombre del equipo visitante, viene más que conveniente para analizar este partido. Se puede definir como una "revolución" lo que fue el triunfo de los riojanos y la derrota de los sanjuaninos. Un tiempo (dos cuartos) para cada equipo.
El primer tiempo fue para Revolución San Juan. Juego de menor a mayor, rotación de pelota, equilibrio en defensa y gran efectividad en el momento de penetrar con un Castro imparable y eficiente para recuperar, jugar y anotar abajo del aro, al igual que Matías Lucero (25 puntos), quien a fuerza de triples, estableció claras diferencias y consolidó el juego colectivo de los sanjuaninos.
El segundo tiempo fue de Unión. En los primeros dos cuartos, estuvo errático, ansioso y sin resolución de juego, donde Ricardo Herrera (17 puntos) fue quien en defensa y ataque, mantuvo en línea a su equipo.
Justamente, en la última etapa del juego, comenzó la "Revolución" de Unión, porque el 26-15 y 24-10 del 3° y 4° período, respectivamente, definieron la celebración del local. "Bienvenidos por primera vez al juego señores", fueron las palabras del entrenador riojano Nicolás Sotomayor, cuando su equipo levantó y remontó el marcador, poniéndose 56-58 a un minuto del final, para ganar tercer cuarto 59-58.
Unión fue una "Revolución", porque se repuso y pudo cambiar. Afianzó su confianza en si mismo, equilibró sus emociones dentro y fuera de la cancha, y fue eficiente para marcar y determinar los momentos para tirar de afuera o buscar desde abajo, por lo que mostró un efectivo funcionamiento, que más allá de lo ajustado del marcador, pudo definir el partido a su favor, a casi dos minutos del final.
Parciales: 15-20; 18-23; 26-15; 24-10
Fuente: Prensa Unión de La Rioja