Con un marco imponente y otra actuación memorable, el Rojinegro venció 92-65 a Pérfora, se quedó con las Semifinales por 2-1 y logró el tan ansiado ascenso. Lautaro Pividori brilló con 40 puntos y 10 triples.

Con el corazón latiendo al ritmo del carnaval y el fuego sagrado de un equipo que nunca se rinde, Central Entrerriano volvió a escribir historia grande en el básquet argentino. En una noche cargada de emoción y energía, el Rojinegro volvió a derrotar con autoridad a Deportivo Pérfora y selló el ascenso a La Liga Argentina, la segunda categoría nacional.

El tercer y definitivo juego de la serie de Semifinales fue una verdadera fiesta en el José María Bértora, que se transformó en un hervidero desde mucho antes del salto inicial. Las tribunas repletas, las banderas flameando y miles de gargantas coreando dejaron claro que no era un partido más: era la oportunidad de devolver al club al lugar que merece.

Central impuso su sello desde el comienzo. Con una defensa férrea y ataques certeros, sacó una diferencia clave en el primer cuarto (30-19) que encendió aún más a su gente. Pérfora, digno rival, reaccionó en el segundo período y se acercó peligrosamente al local en el marcador a base de triples y mucha entrega, cerrando el primer tiempo con una diferencia de tan solo cinco puntos: 54-49.

Pero los dirigidos por Martín Pascal nunca perdieron la calma, y con la experiencia de sus líderes y la frescura de los jóvenes, volvieron a controlar el ritmo. Tras el descanso, el local desplegó su mejor versión. Cada ataque era una declaración de intenciones, y cada defensa un muro infranqueable. El tercer cuarto terminó 77-61 y el Bértora explotó sabiendo que el sueño estaba cerca.

En los últimos minutos, y a pesar de la insistencia del Verde de Neuquén, la diferencia se amplió y la emoción ganó las tribunas: lágrimas, abrazos y un rugido ensordecedor acompañaron la última bocina. Lautaro Pividori fue la gran figura de la noche con 40 puntos (10/14 triples, 4/4 dobles y 2/2 libres), bien secundado por Aquiles Montani (15) y Leandro Quarroz (14). En Pérfora se destacaron Ignacio Claris (19) y Agustín Sánchez (18), en un equipo que se despidió con la frente en alto tras una enorme temporada y el muy buen número de fanáticos que recorrieron la ruta desde Plaza Huincul hasta Gualeguaychú.

La serie terminó 2-1 para Central, que cayó en el primer juego en Neuquén por 83-77, igualó en el segundo en casa con un contundente 90-65 y coronó su ascenso con otra contundente victoria como local 92-65. Otra vez, Central Entrerriano estará en un lugar que nunca debió dejar. Otra vez, el Rojinegro demostró que la pasión, el esfuerzo y el juego pueden mover montañas. Ahora, con el ascenso asegurado, irá por más: la gloria máxima de La Liga Federal.

El de Gualeguaychú es un equipo que no se conforma y que está destinado a seguir haciendo historia. Ya sabiéndose uno de los dos mejores de la edición más grande de la tercera categoría de nuestro básquet con 110 equipos participantes, espera por su rivales en la gran Final. Talleres de Tafí Viejo o Santa Paula de Gálvez pueden ser su contrincante en la serie definitoria.

De avanzar los tucumanos, la llave se cerrará en La Leonera. Mientras que, de acceder a esta instancia los santafesinos, Central contará nuevamente con la posibilidad de finalizar en Gualeguaychú. El primer objetivo está logrado: Central es de Liga Argentina. El segundo está a solo dos victorias más, el de subirse al primer puesto de La Liga Federal 2025.

Fuente: Prensa Central Entrerriano