Ambos equipos lograron subir desde La Liga Federal a La Liga Argentina en 2024. Galo Terrera y Nicolás Giménez, protagonistas del logro de El Talar y Centenario respectivamente, recuerdan un momento imborrable.
El ascenso a La Liga Argentina representa mucho más que un salto de categoría. Es un premio al esfuerzo colectivo, al trabajo silencioso, al compromiso de equipos que se preparan todo el año para el objetivo. En 2024, Centenario de Venado Tuerto y Club El Talar escribieron sus nombres en esa historia, convirtiéndose en los dos equipos que consiguieron subir desde La Liga Federal al segundo escalón del básquet argentino. Hoy, con un año de distancia, dos de sus protagonistas reviven aquel momento tan especial.
Dicho logro marcó un antes y un después en sus instituciones, y en la carrera de varios jugadores. Dos de ellos son Nicolás Giménez, pieza clave del conjunto venadense, y Galo Terrera, uno de los líderes del equipo que luego se coronaría campeón de una Liga Federal de 109 equipos. Ambos continuaron desarrollándose y demostrando su capacidad en La Liga Argentina. Luego, Terrera reforzó a Tres de Febrero, cayendo en Octavos de La Liga Federal. Del mismo modo, Giménez se sumó a Huracán de Trelew, consagrándose recientemente campeón de la Asociación de Básquet Este del Chubut.
Las imágenes de estos hitos están cargadas de emoción. "Recuerdo todo: la alegría que tenía la gente en la ciudad, los tallarines con estofado que me hicieron mis abuelos esa mañana y que después estuvieron en la tribuna, y el festejo eterno después del partido", rememora Nicolás Giménez respecto a aquel 2-1 sobre los posadeños. "Lo primero que se me viene a la cabeza es felicidad, alegría y orgullo. Cada vez que pienso en eso es una sensación hermosa", agrega Galo Terrera en relación a la serie en la que vencieron 2-0 a Regatas de San Nicolás.
El significado del ascenso es profundo en sus carreras. Giménez lo ubica en su "top 3 de momentos deportivos sin duda. Estábamos en el vestuario de Tokio, luego de perder el primer juego, y ya queríamos salir a jugar el segundo. Teníamos el deseo y la necesidad de ganar. Sabíamos que en Venado Tuerto sería nuestro". Mientras Terrera lo define como "mi máximo logro como profesional. Sentíamos ansiedad en el buen sentido. Queríamos que llegue ese partido que tanto buscamos durante todo el año".
Respecto a los momentos más difíciles de la temporada, Giménez apunta a la serie frente a Derqui: "Fue la que vi más negra. Yo no lograba sacar ventaja interior y ahí nos dimos cuenta que necesitábamos de todos, defendimos la localía con garra y el empuje de la gente". Terrera recuerda la caída en el primer duelo ante Central Entrerriano: "Es duro ir a un partido sabiendo que no hay un mañana, pero lo tomamos como motivación. Esa noche, luego de perder en Entre Ríos, hablamos en el vestuario y estábamos tranquilos, con la confianza plena en que lo revertiríamos".
Desde el inicio, ambos sabían lo que buscaban. "El objetivo era ascender, no teníamos otro pensamiento, lo mencionábamos en cada entrenamiento y juntada", asegura Giménez. "Habíamos ganado dos Prefederales consecutivos de manera invicta. Sentíamos que tenía que ser el año", coincide Terrera. Consultados sobre la huella que dejaron sus equipos, coinciden en que fue algo especial. "Centenario se caracterizó por su defensa agresiva todo el campo y por buscar el aro rápidamente en cada posesión", señala Nicolás. Galo remata: "El Talar dejó una huella enorme que queda para toda la vida de cada uno que integró ese plantel".
El paso a La Liga Argentina, donde las dos instituciones hicieron un muy buen papel, también fue positivo. "Mantuvimos la base y sumamos jugadores de la categoría que nos jerarquizaron como equipo y grupo. Fueron solo siete meses, pero se disfrutaron tanto que parecía que llevábamos 3 o 4 temporadas juntos", dice Giménez. Terrera valora haber cumplido un objetivo personal: "Era un torneo que buscaba jugar en algún momento de mi carrera, y se pudo dar logrando el ascenso. Renovamos a casi todo el plantel y estuvimos a la altura de un torneo muy exigente".
Ambos cierran con frases que resumen su experiencia. "¡Uno más!", dice Nicolás, recordando lo que decía en la mesa de control cada vez que dejaban un rival en el camino. "Estar listos en el momento justo", cita Galo, evocando a su capitán Federico Glinberg y un lema que los acompañó durante toda la campaña. Así como Centenario y El Talar lo hicieron en la anterior edición, en los próximos días tendremos dos nuevos finalistas y ascendidos a la segunda categoría del básquet argentino. Central Entrerriano, Pérfora, Santa Paula y Talleres, cada uno en su contexto, tienen a la vuelta de la esquina la chance de vivir uno de los días más importantes de su historia.