En un estadio colmado por las parcialidades, Atlético supo revertir su mal arranque y se quedó con el clásico de la ciudad por 76 a 71 en condición de visitante ante Peñarol.
Inició el encuentro y desde la periferia Peñarol ya buscaba tomar diferencia, los lanzamientos de Rodríguez y los ataques penetrantes de Bros marcaban un parcial de 10-0, lo que llevó Fiorido a pedir minuto. Atlético tuvo que esperar más de medio cuarto para mover su marcador, luego de un comienzo errático, mejoró en defensa y le permitió frenar lo que hasta ahora era todo del local. Peñarol tras su buen arranque se llevó el primer chico 27 a 13.
La paridad que se había mostrado sobre el cierre del primer cuarto se vio reflejado en el segundo, pero siendo esta vez mucho más friccionado y forzado a la toma de decisiones rápidas. Con un Atlético más sólido, permitió que la diferencia se redujera y a pesar de que Peñarol mejoró su juego no pudo ser lo del comienzo y se fue al descanso ganando 46 a 41.
El tercer parcial estuvo invadido por los nervios, ya que en el mismo prevaleció mucho el roce físico y los tiros apresurados, lo que generó que en ninguno de los equipos se tenga un juego fluido. La diferencia se mantuvo en valores cercanos lo que aumentó dicho nerviosismo, dejando un marcador de 59 a 57 en favor del local.
Los diez minutos finales arrancaron con una rápida acción por parte de la visita, para empatar el juego y dio a entender de qué manera se iba a desarrollar este cuarto final, una vez que Atlético pudo pasar al frente por primera vez en la noche todo se tornó a un juego más mental, sabiendo que cada error era crucial para definir el partido. Los ataques de Petre y el doble con el bonus de Monti, hizo que Peñarol recurra a los lanzamientos rápidos y a generar faltas para evitar que el reloj siguiera corriendo. A pesar de los minutos pedidos por parte de Brun no pudieron evitar que Atlético se quede con el clásico 76 a 71.
En lo que respecta al 3x3, Peñarol logró la victoria por 12 a 7.
Fuente: Prensa Centro Sportivo Peñarol.