Como local ante su público Argentina apuntó a recuperar el título sudamericano en el torneo de la región. Un puñado de jugadores de experiencia y calidad para liderar a un grupo mayoritariamente joven, que desembarcó en la el seleccionado apuntándole al recambio generacional.
Luego de un inicio sin complicaciones ante Colombia, el siguiente rival significaba una buena prueba para el equipo, ya que Venezuela contaba con un plantel de jerarquía. Los pronósticos se cumplieron, ya que Argentina ganó se manera agónica, con un triple de Leonardo Gutiérrez a un segundo del final. El cierre de la etapa clasificatoria no trajo sobresaltos, con una amplia victoria sobre Chile.
El único dato negativo fue la lesión de Juan Fernández, que lo dejaría afuera del tramo final del torneo.
En la semifinal ante Uruguay los argentinos sacaron una ventaja importante al cabo del tercer cuarto, que les permitió aguantar una última reacción de su rival, para quedarse con el triunfo y el pase a la final.
En el último juego, otra vez el rival fue Venezuela, lo que hacía suponer otro choque emocionante y parejo. Sin embargo, eso no ocurrió, ya que Argentina dominó con claridad todo el desarrollo del juego, para quedarse con una victoria cómoda en el marcador. El ganador sumó así su cuarto título en las últimas siete ediciones del Sudamericano y se llevó la clasificación al Torneo de las Américas del año siguiente.
En lo individual Leonardo Gutiérrez fue elegido Jugador Más Valioso del torneo.