El 2005 fue un año particular para la selección argentina, ya que tras la conquista del oro olímpico el entrenador Magnano renunció al seleccionado para trabajar en Europa. Así se inició un nuevo proceso, que tuvo como entrenador principal a Sergio Hernández, quien decidió darle descanso a la mayoría de los campeones, debido a que se tenía asegurada la clasificación al Mundial 2006.
Hernández conformó un plantel con solo dos experimentados, Leo Gutiérrez y Fernández, más la segunda línea de jugadores, los que aparecían como el recambio inmediato y que tuvieron una buena prueba en la Copa Stankovic.
Argentina llegó al Torneo de las Américas, que clasificaba al Mundial, con su lugar asegurado y el objetivo de rodar a todo su plantel, en un certamen de diez equipos, divididos en dos zonas en las que se enfrentaban todos contra todos y cuyos cuatro primeros pasaban a la ronda siguiente, donde jugaban contra los del otro grupo. Los dos primeros década uno cruzaban en semifinales.
El debut fue con un duro golpe, ya que perdió, y de forma categórica, ante México. Enseguida llegó la recuperación ante Puerto Rico en una gran tarea, aunque sufrió la lesión de Jasen. A una victoria clara ante Uruguay le siguió otra amplia frente a Dominicana, ya con Jasen recuperado.
El inicio de la segunda fase volvió a traer una decepción, por la sorpresiva caída frente a Panamá. Pero otra vez los argentinos reaccionaron con una excelente producción para ganarle a Estados Unidos, que conformó su plantel con jugadores profesionales de Europa. Luego de una cómoda victoria ante Venezuela, mantuvo su alto nivel para vencer al favorito, Brasil, también con claridad.
En semifinales se impuso nuevamente a Venezuela, pero en ese cruce se lesionó Farabello, quien quedó afuera de la definición. En la final Argentina peleó durante los tres primeros cuartos, para terminar perdiendo el título ante Brasil, aunque alcanzando un meritorio segundo lugar.