Derrotó por 68 a 59 a Sportivo Las Parejas en el Héctor Etchart y se adjudicó el título. El Gasolero mostró constancia y solidez desde el comienzo y supo controlar con oficio las reacciones de su rival. Cierre de lujo para una gran temporada. Eiguren, MVP.

Temperley redondeó un fin de semana perfecto. Tras el ascenso consumado, este domingo derrotó en la final a Sportivo Las Parejas por 68 a 59 y se adjudicó la quinta edición del Torneo Federal. Chaine y Figuren, las figuras del campeón.

Empezó mejor el Gasolero, con claridad en ofensiva y mucha intensidad atrás. Mucho más enfocado y decidido. Pero con el correr de los minutos se fue diluyendo y el conjunto santafesino no perdonó. Al igual que el sábado y de la mano del siempre rendidor Rodríguez Suppi impuso su estilo sin perder jamás la paciencia. Pasó de estar 22 a 12 abajo a quedar 28 a 22 arriba con un lapidario parcial de 16 a 0. En ese tramo, Rodríguez Suppi marcó 15 puntos, confirmando que su talento excede la categoría. Básicamente su creatividad le permitió a Las Parejas irse arriba al descanso (32 a 30).

Ya en el complemento, Temperley recuperó la esencia de su juego y volvió a encontrar la luz. Buscó a Chaine como primera opción (terminó con 20 puntos) y encontró en Eiguren la experiencia y el oficio para afrontar el momento (MVP). Así logró correr y desgastar a su rival hasta tomar una máxima de 12 a falta de ocho minutos y medio para el final del juego (57-45). Esa distancia se extendió a 16 a falta de 6’45’’ y quebró definitivamente el trámite (61-45). Sportivo no aguantó el ritmo y, si bien intentó concretar varias reacciones (buenos ingresos de Gambone), ya no le dio la nafta. La adrenalina de haber obtenido el ascenso el día anterior le terminó pasando factura. Los de Leo Costa, en cambio, aprovecharon ese pasaje de debilidad, se adueñaron de los tableros y resolvieron con paciencia la alternativa zonal planteada por los santafesinos.  El cierre estuvo de más. Porque la historia, para aquél momento ya estaba definida. El Federal tiene un nuevo campeón, su quinto: se llama Temperley. Y con orgullo.