Tenía la difícil misión de ser el conductor del equipo y lo hizo con creces. El base del seleccionado argentino, Pablo Prigioni, cuenta en una entrevista realizada por el diario Olé, sus sensaciones luego de lograr el bronce en los Juegos Olímpicos de Beijing.
A continuación, algunos fragmentos de la nota realizada por el periódico deportivo Olé al jugador cordobés.

De la Villa Olímpica a Alicante, donde aprovecha cada segundo con su familia, a Pablo Prigioni le cuesta cambiar el chip. Estoy en la depresión post éxito, cuenta el cordobés que vive en España hace nueve años. Mañana lo esperan en Vitoria, para irse con Tau a la pretemporada en la montaña, pero no puede dejar de mirar la medalla de bronce.

-¿En qué pensaste cuando te la colgaron?

-Estaba feliz. Mi señora me había pedido que tirara besos arriba del podio, uno para ella y otro para mi hija. En esas tres horas que pasaron del partido a la premiación tuve una sensación de bienestar por haber cumplido mi trabajo.

-¿Te sentiste manija del equipo como en Tau?

-Sí, me sentí muy cómodo y viví el torneo con tranquilidad, pensando en cada partido. Pude disfrutarlo.

-¿En algún momento dudaste de tu adaptación al equipo? Con Manu no habías jugado nunca…

-En el primer partido no me sentí del todo cómodo y me trabé de la cabeza un par de días, hasta que me di cuenta de que tenía que jugar como lo siento. Hice un click. Por suerte Sergio (Hernández) me dio libertad para llevar al equipo.

-¿Se te hizo todo más fácil con Scola al lado?

-Sí, nos entendemos de memoria, pero con los partidos fui encontrando la situación más cómoda para cada uno. Al final se dio como se había planeado en Rosario: llegamos al techo en la última semana.

-¿Tu mejor partido?

-Contra Croacia, porque venía muy dulce, lo planteamos como una final y jugamos bárbaro. Pero hice un torneo completo.

-¿En el primer cuarto con EE.UU. sentiste que la final era imposible?

-Seguimos luchando. Fue equilibrado en los tres cuartos siguientes. Pero nos habían sacado casi 20… No era el Dream Team de torneos anteriores.

-¿Cómo hicieron para levantarse ante Lituania?

-Huevos. Cuando perdés a un jugador como Manu, vos das el doble y el rival se relaja. El que tiene más deseo gana ese partido.

Foto: AP