El pivote prefiere que su juego hable por él y evita sumarse méritos pese a su gran partido. "Vamos de menor a mayor en el torneo. El equipo va a estar bien en los cuartos", reflexionó.

Marcos Delía es así. Da todo por el equipo y prefiere hablar de lo que hace con sus compañeros, antes que de él. Ni siquiera cuando es uno de los mejores de otro partido decisivo, como ya pasó en el Mundial de hace dos años. Esta vez no le tocó lidiar con pivotes top, sino que tuvo que ser la rueda de auxilio de siempre, aunque esta vez con un protagonismo en ataque al que no nos tiene acostumbrados. El equipo individualizó que cerca del aro podía haber ventajas y lo puso a jugar. Y el de Saladillo respondió con eficacia. Fueron 14 puntos (6-9 de campo), siete rebotes, un robo y una tapa en 22 minutos para que Argentina ganara cuando estaba entre la espada y la pared. Pero él, como siempre, se enfocó en el logro colectivo, siempre más importante que el individual. “Estuvimos mucho mejor que en los otros dos partidos y creo que hoy se lució el equipo, más que yo o un jugador en particular“, opinó.

Delía hizo un análisis de lo mejor que hizo la Selección ante Japón. “Supimos castigar las debilidades del rival, nos pasamos la pelota y fuimos inteligentes. En defensa dejamos todo, más allá de que por momentos hubo algunas desconcentraciones. Se luchó los 40 minutos y el premio es haber ganado por 20 y así estar a dos días de jugar cuartos de final de un Juego Olímpico”, reflexionó.

Marquitos focalizó en la mejora ofensiva del equipo, que anotó 97 puntos, mejoró mucho la eficacia de tres puntos (39%, cuando venía con el 16%) y repartió 27 asistencias. “Creo que estuvimos muy bien en el juego de pases que tuvimos hoy, en cómo los castigamos, en los ataques que partían de buenas defensas y cómo lo sostuvimos. Necesitábamos sentirlo así, porque los últimos partidos no tuvimos esa sensación. Es un paso gigante que sirve para el partido que viene y para nuestra confianza”, evaluó con su habitual tranquilidad.

Delía es uno de los jugadores de mayor experiencia en esta camada y por eso es una voz indicada para revelar cómo este equipo volvió a superar un momento delicado. “Estamos acostumbrados a este tipo de partidos, a estas presiones, y es para lo que vivimos. Ya las propias ganas de jugar es una motivación tremenda y no tengo dudas de que el equipo va a estar bien. No tenía dudas antes ni tengo ahora, pensando en el cruce”, comentó.

Sobre el progreso del equipo en el torneo, reflejó la confianza que se va sintiendo a medida que pasan los partidos. “Vinimos a estar en cuartos y ya lo conseguimos. Fuimos de menos a más en cada partido. Sabíamos que por una preparación más corta de lo usual íbamos a ir agarrando rodaje durante el torneo. Llegamos de la mejor manera, con buenas sensaciones y ahora tenemos que corregir las cosas que hicimos mal en los tres partidos. A este nivel son todas potencias y tenemos que hacer el trabajo a ver si nos podemos meter en semis”, explicó. Así va el equipo, como Delía, sin hacer ruido, pero buscando sorprender otra vez.

Audio: Florencia Cordero
Fotos: FIBA