Es una de las voces más experimentadas del plantel. Allá por el mes de marzo nos decía que la clasificación a República Checa 2010 no era nada fácil, pero que iban a conseguirla. Hoy, con dos mundiales ya disputados, Paula Gatti cumplió con lo prometido y nos cuenta sus sensaciones luego de ganar la medalla de plata: “Representar a mi país siempre fue y será un honor, un placer”.
-¿Cómo te sentiste en lo individual?

-En realidad, en lo individual no fue mi mejor torneo, no me sentía mal físicamente, pero me sentí muy falta de confianza sobre todo en ofensiva, que si bien no es mi fuerte en estos últimos años había logrado mejorar y aportar bastante de la línea de 3, algo que esta vez no pude, como se dice en el medio se me cerró el aro. Honestamente, me tocó quedar fuera de la gira previa que fue muy importante para el equipo, y un inicio bárbaro, pero eso me hizo definitivamente dudar de mi presencia en este torneo y estar esperando el llamado de Eduardo (Pinto) hasta último momento no fue nada fácil. Pero hace años que estoy en esto y sé que son las reglas del juego, no es una crítica, seguramente tenga que ser yo quien trabaje en tener más fortaleza mental para poder afrontar estas cuestiones y confiar más en mí. Esto no es algo que viví sólo yo, sino también algunas de mis compañeras que me dijeron que es lógico lo que me pasó. Pero soy de las jugadoras que siempre dejan lo individual por lo grupal, por lo que al entender que no era mi torneo en ofensiva, busqué aportar al equipo, lo que pudiera como sea. Y ahí es donde en el partido de Canadá Y Brasil defendí con uñas y dientes como suelo hacer, por lo que mi rendimiento individual frente a lo acontecido es meramente anecdótico y sólo me servirá para trabajar muy duro para poder ser tenida en cuenta por Eduardo para el Mundial 2010.

-¿Cuál fue el fuerte del equipo?

-La unión del grupo, la buena predisposición de todas a ser más tolerantes entre nosotras, el análisis meticuloso por parte del cuerpo técnico de los adversarios para bajarnos línea con absoluta claridad y sin duda alguna, la garra y la agresividad en defensa.

-¿Cuál fue el mejor partido de Argentina?

-No puedo elegir, fueron claramente dos. El de Cuba, que nos dio la confianza para creer que definitivamente podíamos, por un lado, pero había que ganarle a Canadá, porque si perdíamos, no iba a ser fácil superarlo y volver a afrontar a Cuba al día siguiente.

-Con Cuba nos convencimos y con Canadá salimos “a matar”, pero siempre pensando en el Mundial. Llegar a la final fue un plus que entendimos que más allá de cualquier resultado había que disfrutar y eso hicimos. Sabemos que la diferencia entre Argentina y Brasil existe física y económicamente, pero con este equipo no era de 20 puntos, sin lugar a dudas. Esta misma final en un país neutral hubiera sido más cerrada.

-¿Qué sentiste cuando te colgaron la medalla?

-Un orgullo inconmensurable. Por mi mente pasó todo lo que hemos vivido en todos estos años. Porque a muchas de nosotras nos ha tocado perder por 50 con Cuba, Brasil y por 20 Con Canadá y regresar a Buenos Aires y escuchar comentarios agresivos de personas que no tienen idea del esfuerzo que todas hacemos por jugar, o incluso comentarios pidiendo jugadoras que no vienen porque no quieren.

En mi caso personal, todo el esfuerzo que implica trabajar nueve horas o más desde que terminé el secundario, llevándome la notebook para trabajar en los ratos libres en las concentraciones y viajes, estudiar, entrenar para el club y para la Selección, junto con todas las alegrías que he tenido gracias a la Selección no tienen precio. No dudo que merecemos mucho más apoyo moral y económico y lucharemos por él, pero creo que son cuestiones paralelas. Nunca debemos permitir que la falta de apoyo nos aleje de la Selección. Lo que hemos vivido, insisto, no tiene precio. Para mí, representar a mi país siempre fue y será un honor, un placer.

-No terminaron de ganar la medalla de plata, que ya tienen el próximo objetivo en la mira: El Mundial de República Checa 2010.

-Ojalá llegue a esa instancia en las mejores condiciones para que Eduardo (Pinto), cuente conmigo, me encantaría poder estar y voy a trabajar duro para llegar de la mejor manera, aportando siempre algo más al equipo.