Un triple de Shved sobre el final le dio la victoria a Rusia que por primera vez en la historia se queda con una medalla olímpica. Argentina fue heroica aún en la derrota y terminó haciendo historia. Si bien no se logró la medalla de bronce, este equipo dejó nuevamente la bandera argentina bien arriba.
Era difícil la parada. Rusia venía de perder ante España las semis, más por carácter que por juego, mientras que Argentina llegaba tras una amplia caída contra Estados Unidos. Pero éste era el partido por la medalla de bronce. Lo previo no contaba.

Argentina empezó bien, luego de un parcial de 4-8 y, tras acomodarse en defensa, yendo los cinco al rebote (dominar ese aspecto era clave), y con un par de aciertos de tres puntos de Ginóbili y otro de Delfino, pasó al frente 14-12.

No le sirvió para manejar el juego, porque no tenía forma de hacer entrar en partido a Scola, doblado permanentemente por los rusos cuando recibía cerca del cesto. Esa la principal estrategia de Blatt: que Scola no anote.

Nocioni hacía un enorme trabajo defensivo y de colaboración en los rebotes, pero el problema estaba en ataque, donde Argentina quedaba bastante limitado al tiro de tres puntos.

Por eso, después de alejarse 27-21, y Lamas verse obligado a dejar en la banca a Manu y Scola por sumar 2 faltas (también Delfino), Rusia aprovechó para castigar 12-0, con un par de corridas y buenas defensas.

De ese 27, a Argentina le costó muchísimo salir. Lo hizo por una vía no tradicional acá, aunque sí en nuestro país: Leo Gutiérrez. El máximo campeón de la historia de la Liga encontró una quintita en la punta izquierda y clavó dos bombas seguidas para igualar en 33, lo que sumado a un robo y otro triple de Delfino, le dieron a Argentina un 9-0 que puso las cosas en su lugar.

Shved estaba en una noche superior a la media, sobre todo con el tiro, y por eso Rusia, que venía cumpliendo un gran trabajo defensivo, se fue al medio tiempo con 2 de ventaja, gracias al tercer triple del irregular base, 40-38.

El tercer cuarto fue dramático. Argentina no podía destrabar la ofensiva, más allá de buenos pases, porque Scola seguía lejos del juego (nunca pudo tirar cómodo cerca del aro, sí de cinco metros), y porque las faltas seguían complicando, además del desgaste físico.

Rusia aprovechó su mayor rotación y su presencia física para poner en un gran aprieto a Argentina, sacándole 11 a poco del final del período, y sin luz en el camino argentino a la vista.

Esa luz, sin embargo, llegó primero con un doble más falta de Ginóbili, un libre de Scola y un triple increíble de Campazzo cuando expiraba el cuarto. Se terminó 57-61, con el ánimo intacto.

Argentina continuó con el repunte hasta que logró igualar en 62-62 cuando quedaban 6m50s. Pero Shved estuvo intratable y terriblemente certero con sus lanzamientos perimetrales, fue el bastión para que su equipo se alejara nuevamente (71-66) a 4m16s del cierre. Presión defensiva, triple de Nocioni primero y de Ginóbili después, Argentina pasó al frente en recta final. Quedaban 2m44s.

No hubo respiro hasta el cierre, Shved volvió a tomar desiciones, pero a diferencia de juegos anteriores lo hizo con determinación y precisión. Quedando 43s Ginóbili dejó a Argentina uno arriba (77-76), solo había que defender el balón ante la ofensiva rusa.

Blatt pidió tiempo, tras el mismo Shved clavó un triple que fue como una daga para los corazones argentinos que terminó sentenciando un juego increíble que se escapó sobre el final. Nocioni erró de 3, Argentina recuperó el balón, pero Prigioni recibió una falta (no sancionada), que terminó con pérdida y definición en bandeja de Fridzon, para el 81-77 final.

Fuente: Basquetplus