- Institución
Si observaste o tomaste conocimiento de una irregularidad, podes realizar tu denuncia. Nuestro compromiso de gestión incluye mediar y analizar situaciones irregulares en el ejercicio y práctica de nuestro deporte.
CAB es la entidad madre del básquetbol argentino, encargada de difundir, organizar y dirigir nuestro deporte en Argentina.
Montevideo 496 – Piso 9
Ciudad Autónoma de Buenos Aires
República Argentina
Tel. +54 11 4374 4665
[email protected]
Así de contundente es Patricio Garino al hablar sobre la Selección. Sabe que su nombre aparece cada vez que se menciona el recambio generacional, y se hace cargo: “todo el tiempo lo tengo en la cabeza”, afirma. No te pierdas el diálogo del alero marplatense con cabb.com.ar.
Muy relajado y de buen humor, Patricio Garino atendió a cabb.com.ar desde su habitación en el campus de la Universidad George Washington. En aquella institución, el marplatense de 19 años estudia y compite al básquetbol de alto nivel. Apenas poco más de una semana atrás debió someterse a una operación en los meniscos de su rodilla izquierda. La operación fue un éxito y la alegría por la rápida recuperación le es indisimulable: “Nunca me imaginé que me iba a recuperar tan rápido”, confiesa. Y agrega “en dos días ya había dejado las muletas”. La lesión es el disparador para un diálogo en el que recorreremos, en profundidad, todo lo sucedido en su primera temporada en la NCAA, así como también su sueño máximo: vestir la camiseta de la Selección Argentina.
-Estás recién operado, así que lo primero es saber cómo estás y cómo viene la recuperación, luego de haber pasado por el quirófano.
-Viene mejor de lo esperado. Me operé el martes pasado, y para el jueves ya había dejado muletas; ya estaba caminando lo más bien. Así que la recuperación va muy rápida. Ya estoy haciendo kinesiología y ejercicios de balanceo para recuperar fuerzas en el cuádriceps. Lo que los médicos me dicen, es que llevaría un estimado entre 4 y 6 semanas recuperarme totalmente. Pero con la velocidad que vengo evolucionando, no me sorprendería si vuelvo antes.
-Recordemos que te desgarraste los meniscos de la rodilla izquierda ¿no? ¿Esa fue la lesión concretamente?
-Sí, y también tengo un moretón en el hueso de la tibia.
-¿Cómo fue que te lesionaste?
-Cuando me lesioné fui a hacer una volcada en contragolpe y, cuando salté, sentí un ¡Plop!, tipo un estallido en la rodilla. Cuando caí sentí el dolor. Eso fue en el segundo cuarto. Así que en el entretiempo le pedí al médico que me mirara la rodilla porque me estaba doliendo mucho, pero seguí jugando igual. Después vine, me hice la resonancia y salió que tenía el desgarrito ese. Me dijeron que no se podía agravar la lesión ni nada, así que pude jugar los partidos siguientes.
-De todas maneras, imagino que te afectaba a la hora de jugar ¿no? De hecho tus números bajaron en los últimos 5 juegos, los que jugaste lesionado.
-Jugar podía jugar pero no me sentía a mi mayor potencial. La rodilla estaba muy inflamada. Me hacían tipo una infiltración, pero no me inyectaban nada. O sea, me sacaban fluido de la rodilla. Y tomando calmantes en los partidos no me dolía mucho. Pero saltar casi no podía y para defender me costaba bastante. También es un poco psicológico por que durante el partido me olvidaba y no me dolía. Los movimientos los sentía medio raros, pero no me dolía. Ahora, una vez que terminaba el partido era muy doloroso.
-Saliendo del tema de la lesión ¿Cuál es el balance que hacés de la temporada?
-En lo personal fue una temporada positiva. La verdad que no me imaginaba tener tantos minutos en un equipo nuevo. La confianza que me dio el entrenador fue muy grande. Y todo se debió a que desde el primer día de entrenamiento me gané su confianza por mi defensa. Y en eso se basó mi rol en el equipo a lo largo de la temporada, siempre defendiendo al mejor rival. Pero en ofensiva tampoco dejé nada que desear. Tuve bastantes puntos para lo que es un freshman (novato, jugador de primer año). Así que contento.
-¿En cuanto al balance como equipo?
-Fue positivo. Pero las ganas de llegar un poco más lejos estuvieron. El año pasado el equipo terminó con un record de 10-21. Y este año no fue tan notorio el cambio, terminamos con 13-17, pero no se compara en el juego. Este año hicimos muy buenos partidos contra equipos que estaban entre los mejores 25 del país: contra Kansas State perdimos por 3, contra Temple perdimos por 3, con Georgia perdimos por 6, con Xavier también ahí nomás. Con Butler, que estaba 14 en esa época, perdimos por 3, contra Saint Louis, que estaba 18, perdimos por 5 y contra Umass, en el último partido, perdimos por 5.
-Eso es lo interesante para ustedes de cara a la temporada que viene ¿no? Me refiero a que, el record de esta temporada no transmite lo que fueron realmente. Es decir, a pesar de ser un equipo tan joven, fueron competitivos con todos los rivales.
-Sí, es lo que emociona para el año que viene. Porque esta temporada de los cinco titulares, cuatro éramos novatos más un senior, que como viene transferido de otra universidad, también va a estar de vuelta la próxima temporada. Es decir que volvemos los 5. Así que las expectativas para el año que viene es mejorar o mejorar.
-Supongo que, al haber estado dos años en un highschool, llegaste a la NCAA con una idea clara de lo que era el básquet universitario. ¿Hubo algo que te sorprendiera, un jugador, alguien que conociste, algún estadio?
-Hubo un montón de cosas que me sorprendieron. Cuando llegué sabía más o menos como se manejaban, sabía que era más profesional, a pesar de que es amateur. Pero nunca me imaginé que las infraestructuras, la organización, el orden que hay en todos lados… me sorprendí tantas veces. Una de las primeras veces que me sorprendí fue cuando jugamos contra Xavier, de visitante, con 25000 personas en la cancha. Tuve la piel de gallina en todo momento. Después el primer partido contra Kansas State, fue la primera vez como en cuatro años que nosotros llenábamos la cancha, fue un momento increíble. Además jugamos en el Verizon Center, donde juegan los Wizards, y en el Barclays Center, donde juegan los Nets. Fue una experiencia tremenda. Jugar en una cancha NBA es algo que no se vive todos los días. Pero también lo que me sorprendió es la organización que tiene la universidad, con tantos viajes que tenemos en la temporada, junto con los profesores para que nosotros no perdamos tantas clases. Es increíble. Es muy organizado y la verdad que eso me impactó.
-¿Y Hubo algún jugador que te sorprendiera?
-Me sorprendieron dos jugadores: Khalif Wyatt de Temple (ex compañero de Juan Fernández), que no es rápido y no se lo ve muy atlético. Pero tiene tantas mañas… Es medio lento, pero te lee muy bien. Él me costó mucho. Y el otro que me costó mucho fue Caldwell-Pope de Georgia. Es un jugador completísimo. Alto como yo, veloz, dribling, tiro, va al aro, todo. También me gustó jugar contra Rotnei Clarke de Butler y contra Ramon Galloway de LaSalle.
-Contame sobre los entrenamientos, son muy exigentes ¿no?
-Durante la temporada no entrenamos tanto porque estamos a puro viaje. Pero antes de que empiece la temporada entrenábamos cuatro horas en la cancha, más gimnasio. Cuatro horas corridas eh. Te juro, nunca en mi vida sufrí tanto en un entrenamiento. No se pasaba más la hora. Era correr, correr y correr. La primera semana, de cinco días que entrenamos, vomité siete veces (risas). No me acostumbraba. Teníamos gimnasio a las 6 de la mañana, y nos hacían comer algo antes para no tener la panza vacía. Hacía un ratito de pesas, que para ellos es algo rutinario, y ya estaba que me moría. Un día vomité tres veces, fue muy pesado. También tuve clases de spinning. Era los jueves a las 6 de la mañana. Un minuto a morir por 30 segundos de descanso ¡durante 45 minutos! Y después de esto ir al gimnasio y entrenamiento. Cuando llegué era el más flaquito de todos. Al principio nos hicieron hacer test de fuerza, de salto, de todo. Me acuerdo que en el gimnasio nos hicieron entrenar pecho, y los chicos hacían, con el peso que nos dijeron, 10-12… Cero hice yo (risas). Pero te juro que fue increíble el cambio que tuvo mi cuerpo. Antes de empezar la pretemporada nos sacaron una foto y otra después. Y cambié mucho, sobre todo la parte superior del cuerpo, pecho, espalda, brazos, etcétera.
-¿Y en el highschool fue algo parecido o te tuviste que adaptar de golpe al llegar a la NCAA?
-En realidad fue muy grande el cambio que tuve de Mar del Plata a Estados Unidos. En el highschool también me costó al principio, pero la adaptación fue un poco más rápida. Porque ahí es más correr, por más tiempo del que estaba acostumbrado, pero no había tanta carga física en highschool. Acá me costó un poco más. No cursamos tanto como en Highschool, entonces, el tiempo que tenemos es mucho más, y los entrenamientos se extienden más.
-¿Cómo sigue el resto del año para ustedes, de ahora a noviembre que no hay competición? ¿Entrenan más o por el contrario le dedican más tiempo al estudio?
-Las clases de este año terminan en mayo. Nuestro objetivo ahora es levantar notas, si es que las tenés bajas. En cuanto a lo deportivo, nuestra etapa ahora es mejorar nuestros puntos débiles. Por ejemplo, en mi caso, tengo que mejorar mi dribling y un poco el tiro de afuera. Además estamos empezando a levantar un poco más de pesas y ganar peso. Y cuando terminemos las clases en mayo vamos a tener una semana de vacaciones, que voy a volver a casa. Y tenemos que regresar porque hay que seguir cursando en verano, y ahí vamos a arrancar con la pretemporada.
-Saliendo de lo que es el básquetbol universitario, cuando se habla del recambio en la Selección, tu nombre es uno de los que siempre sale. Si bien seguramente hasta después del mundial en España no va a haber un recambio masivo, ¿Lo tenés presente?
-Todo el tiempo lo tengo en la cabeza. Acá mis entrenadores saben que si me llega una citación, no me importa si es en verano, en medio de la temporada, o cuando sea. Si me llega una convocatoria, yo me voy a jugar con la Selección. El objetivo de mi vida siempre fue jugar en la Selección. Y la vez que tuve la oportunidad de estar con ellos en una concentración me motivo muchísimo más. Porque sentí que no estaba tan lejos la oportunidad.
-¿Te preocupa que la NCAA no tenga suficiente difusión en Argentina y eso te juegue en contra?
-Puede ser, pero igual siento que ahora corre más la palabra de lo que es la NCAA. Y creo que se puede ver lo que es esta liga, que no es una liga cualquiera. No estaré jugando contra jugadores de 25, 28 o 30 años, pero a su vez estoy jugando contra jugadores que van al draft de la NBA el año que viene. Así que espero que me tengan en cuenta. Me muero por jugar en la selección, es lo que más deseo en mi vida. Pero soy paciente, tuve un montón de experiencia con las selecciones formativas, sé lo que es el nivel internacional. Pero paciencia, sé que todavía están los jugadores de la Generación Dorada, que hacen lo mejor para representar al país. Pero todo lo que hago es pensando en que quiero estar.
Foto (redandblack.com): Patricio Garino frente a Kentavious Caldwell-Pope, uno de los jugadores que más lo sorprendieron en su primera temporada en la NCAA.
Diego García
[email protected]
Twitter: @cabboficial
Twitter: @Diego2120
Accedé a nuestra Política de Transparencia, los valores estratégicos de gestión y el alcance de aplicación de nuestra organización.
La Confederación Argentina de Básquetbol tiene entre sus objetos la organización de la actividad. Si observaste o tomaste conocimiento de una irregularidad, podes realizar tu denuncia. Nuestro compromiso de gestión incluye mediar y analizar situaciones irregulares en el ejercicio y práctica de nuestro deporte.