El seleccionado Nacional enfrenta una misión muy complicada; desde las 17 (hora de nuestro país) se mide con Estados Unidos, por un lugar en la final; cualquiera sea el resultado, el equipo quiere subirse al podio. En la foto, Nocioni y Leo Gutiérrez festejando ante Brasil.
Después de los festejos contra Brasil llegó la rueda grupal. Habló Manu, habló Scola. Los líderes. ¿Qué se dijeron? Que tenemos que ir por una medalla. Nos faltan dos partidos y sabemos que si ganamos al menos uno de los dos tendremos otra medalla. Nada más que eso.

Así de sencillo define Luis Scola un objetivo titánico. Si uno piensa en lo que hay que hacer para llegar a esta instancia, desde el origen hasta el instante en el que se encuentra la selección argentina, cansa de sólo pensarlo. Pero la Generación Dorada se acostumbró a estar acá. Esta noche, a las 21 (las 17 en la Argentina), el seleccionado de Julio Lamas se enfrentará contra Estados Unidos en el North Greenwich Arena, en busca de un lugar en la final.

Con pocas posibilidades, claro. Este partido no paga pibe, ni te preocupes. La guita está en el del sábado, dijo un viejo y sabio seguidor de este equipo. Pensar en vencer al Dream Team es una quimera. La Argentina lo intentará, por supuesto, como lo hizo en el cierre de la etapa clasificatoria, cuando llegó al final del primer tiempo perdiendo por sólo un punto.

Sin embargo, cuando Kevin Durant quebró el juego a puro bombazo, no quedó otra que rotar y descansar. Después de ese partido también se sintió el inconformismo del equipo. En vez de dar explicaciones evidentes sobre la superioridad del adversario, Scola analizó severo: Si permitimos 60 puntos en un tiempo, no podemos ganar nunca.

El objetivo ahora es ganar un juego más. Lo que significaría llegar a la medalla, irse de un Juego Olímpico por tercera vez consecutiva con récord positivo, aunque con el 4-2 actual también está garantizado que no será negativo.

Estamos con chance de pelear por una medalla, habiéndonos demostrado a nosotros mismos que, fuera del Dream Team y España, que están un paso adelante, estamos igual que el resto, advirtió Julio Lamas.

La realidad es que la Argentina no le gana a un equipo NBA desde 2004. Como las posibilidades son pocas con los norteamericanos, muchos empiezan a planificar el posible juego por el bronce, que tampoco será sencillo. España parece ser el más difícil para esa etapa. El poderío interno con los hermanos Pau y Marc Gasol, más el aporte de Serge Ibaka, es una fuerza que la selección no puede equiparar. Y Rusia está muy concentrado, con un Kirilenko determinante, pero con muchos nuevos jugadores que están en edad justa de crecimiento, como Shved, Fridzon y Mozgov. No está mal ir pensando en ellos. Ganando o perdiendo esta noche, habrá que enfrentarlos.

En un plantel con una rotación muy corta, hasta el más joven de los titulares está agotado. Terminé el partido contra Brasil muerto. No me quedó nada. Pero si tengo que elegir, quiero seguir así de agotado, pero que no se canse nunca esto…, aclaró Carlos Delfino, golpeándose el pecho en la zona del corazón. El recurso que jamás le faltará a este equipo para seguir intentando sumar hazañas.

Fuente: www.canchallena.com.ar