Tras un año de ausencia, Andrea Boquete regresa a la Selección Mayor Femenina con energías renovadas. Su mirada sobre el presente del equipo y el deseo de reencontrarse con su mejor versión.

Con la madurez de un proceso que no se detiene, la Selección Mayor femenina atraviesa días de alta intensidad en la Ciudad de Buenos Aires con prácticas a doble turno. El equipo alimenta su espíritu competitivo, respaldado por una identidad construida a base de entrega, confianza y un estilo de juego propio. Son tiempos de reencuentro, de conexión interna y de proyectar el próximo gran paso colectivo.

En ese contexto, Andrea Boquete volvió a ser parte del grupo y afronta esta nueva etapa con la madurez que dan los años, pero también con la ilusión renovada. La mendocina retoma su lugar tras una ausencia obligada durante el último año: “Me quedó la espina de no haber podido estar. Fueron motivos externos, difíciles de atravesar, pero Gregorio (Martínez) me entendió y las chicas también. Hoy estoy feliz de volver y de estar acá”. Su debut oficial en la Mayor fue justamente en Santiago de Chile, durante el Campeonato Sudamericano del 2010.

Andrea no necesita presentación, es una de las referentes indiscutidas del básquet femenino argentino. Esta vez su vuelta tiene un componente emocional fuerte. “Estaba deseando este momento, para mí es una revancha. Se nota que estuve fuera un tiempo, pero estoy disfrutando mucho el reencuentro”, afirmó durante su charla con Prensa CAB.

Este regreso también representa una nueva oportunidad en su carrera profesional: “Me costó mucho todo lo que pasó, fue una situación nueva y muy dura para mí. De todo se aprende y este es el momento de volver a conectar. Lo quiero disfrutar el doble”.

Desde la distancia vivió con orgullo los recientes logros del equipo, especialmente la conquista del Sudamericano y la victoria sobre un seleccionado europeo tras casi dos décadas. “Me dio muchísima alegría verlas jugar a ese nivel, ellas fueron en crecimiento de Ruanda a Chile. Se notaba una conexión muy fuerte, una energía que refleja lo que quiere Grego para este equipo”.

En su mirada y en su discurso aparece una certeza profunda, casi una declaración de identidad: “Nosotras tenemos algo distinto, sentimos la camiseta como nadie y amamos nuestro país. Cuando venimos acá es pasarla bien y qué mejor que hacerlo con la Selección Argentina. En eso no nos gana nadie, estoy 100% segura”, continuó en su devolución.

La multicampeona reconoce que ese alejamiento dejó un vacío y que ahora el objetivo pasa por recuperar la sintonía con sus compañeras y con el juego. “Hay cosas que me perdí, por eso quiero reencontrarme con el equipo y volver a conectar. Grego sabe cómo lograrlo”. Más allá del desenlace de la convocatoria, su enfoque es disfrutar. “Vengo a dar lo máximo de mí. Mi objetivo es reencontrarme, ser feliz y disfrutar. Y obviamente ir a por todas, si vamos a ir que sea a por todas. Necesito volver a disfrutar del básquet y acá lo voy a hacer”, cerró.