Con sólo 23 años, el tresarroyense acumula 12 torneos internacionales entre clubes y Selección. Su explosividad, despliegue defensivo y fortaleza física lo distinguen del resto. Lo analiza Silvio Santander.
Subcampeón del mundo en China 2019, campeón Panamericano y líder de la Selección que logró la clasificación a la AmeriCup 2022 hace unos meses. A sus 23 años, Máximo Fjellerup tiene una trayectoria internacional notable, que incluye, a nivel clubes, la Liga de las Américas (actual BCLA) obtenida con San Lorenzo en 2019 y dos recordados subcampeonatos continentales con Bahía Basket, cuando todavía no había cumplido los 20 años.
“Es un jugador joven, con buena experiencia internacional pese a su edad”, opina Silvio Santander, miembro del cuerpo técnico de Sergio Hernández en la Selección y entrenador de Fjellerup en San Lorenzo, donde conquistaron juntos la pasada edición de la Liga Nacional.
El oriundo de Tres Arroyos fue una pieza fundamental para los de Boedo repitan el título por quinto año consecutivo, con una media de 10.8 puntos, 6.1 rebotes, 1.9 asistencias y un recupero por juego.
“Maxi tuvo una temporada en la que ha jugado 30 minutos de promedio y eso le ha permitido aumentar la toma de decisiones. Mantiene un despliegue físico importante. Su defensa y capacidad rebotera para un jugador en su puesto es muy buena y siempre aporta energía cuando le toca entrar”, analiza el coach.
En las últimas dos ventanas FIBA, el potente escolta de 1m91 resultó clave para obtener tres triunfos que clasificaron a la Argentina a la edición 2022 de la AmeriCup. Pese a que se perdió el último duelo ante Colombia, Fjellerup lideró al equipo en anotación (10.2 tantos de media), además de 2.8 recobres, 2.4 pases gol y 2.2 robos. Sus rompimientos al aro, defensa en primera línea y buena toma de decisiones fueron su principal aporte dentro de un plantel con escasa experiencia internacional.
Hoy, dentro de la preselección que viajará a Las Vegas, su rol será diferente de aquel que cumplió en las ventanas en Obras y en Cali (Colombia). En su charla con Prensa CAB, Santander comentó qué le puede aportar a este equipo que buscará competir de igual a igual con las selecciones más poderosas del mundo en Tokio.
“Anteriormente, Sergio lo ha usado para momento puntuales, como un match up (emparejamiento) con algún jugador que deba defender. Entiendo que puede correr bien la cancha y esperar a que los jugadores de creación le aporten alguna ventaja al juego sin balón o al tiro abierto con tiempo y espacio”, señala el asistente de Oveja.
En China 2019, Fjellerup fue el jugador más joven del plantel, con 21 años. En la convocatoria actual, hay tres jugadores que nacieron después que él (Lautaro Berra, categoría ’98, Francisco Cáffaro, 2000 y Juan Fernández, 2002). “Esto es parte de una mirada de proyección permanente que Sergio Hernández ha propuesto desde que asumió en 2015”, desarrolla Santander.
“Lo que se busca es poder darle una continuidad al proyecto, estar siempre observando nuevos prospectos para que la Selección se siga alimentando de talento joven”, completa.
El joven con más experiencia internacional del plantel se encuentra ante la oportunidad de vivir su primer Juego Olímpico como profesional, en lo que sería su sexto torneo con la Mayor. En diciembre de 2020, luego de los triunfos ante Colombia y Chile en Obras, con gran mérito suyo, el tresarroyense se refirió a la posibilidad de estar en Tokio.
“Es un objetivo, día y noche pienso y sueño con estar ahí. Si me toca, me hará muy feliz, estaré orgulloso, pero si le toca a otro que tenga mejor presente que yo, estaré orgulloso por él. Porque será un compañero, con el cual compartí cosas y seguramente hizo sus méritos. Por lo pronto, doy lo mejor en cada ventana y en mi club, luego veremos si es suficiente”, mencionó en su momento.