El máximo referente del combinado nacional hará historia en Tokio 2020, sus quintos Juegos Olímpicos. Silvio Santander, asistente de Oveja Hernández, analiza su última campaña.

Figura omnipresente en las últimas dos décadas de la Selección, el gran capitán dirá presente en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. La bandera nacional, el máximo símbolo del vigente subcampeón del mundo, hará historia al convertirse en el primer basquetbolista en participar de cinco ediciones de la competencia olímpica. A los 41 años, Luis Scola llega a la cita con su vigencia permanente para liderar desde su experiencia, jerarquía y ejemplo al combinado de Sergio Hernández.

Las dudas respecto a su participación ya son parte del pasado. La irrupción del coronavirus, que puso en jaque al mundo y forzó la postergación de los Juegos Olímpicos, amenazó con estropear su participación: “Nadie podría haber imaginado que el coronavirus trastornaría al mundo y al mundo del deporte de esta manera. Quería ser el primer jugador de básquetbol de la historia en jugar cinco Juegos Olímpicos. Ahora Tokio se ha vuelto mucho más distante. Tendré que evaluar”, había reflexionado en junio de 2020 en una entrevista en el diario Corriere della Sera después de anunciar su partida del Olimpia Milano.

Pero Luifa despejó rápidamente cualquier rumor al arreglar su incorporación a Pallacanestro Varese para disputar la Lega Serie A. “Luis ha tenido una excelente temporada en Varese”, analiza Silvio Santander, asistente de Sergio Hernández en la Selección y entrenador campeón de la Liga Nacional con San Lorenzo.

“Además de jugar 28 partidos, ha tenido casi 30 minutos de promedio. Sus números han sido realmente impecables. No solamente ha anotado y tomado rebotes, sino que lo ha hecho con eficiencia y ayudó a su equipo a permanecer en la Lega, que era el objetivo que se habían trazado”, profundiza Santander.

La campaña 2020-21 de Scola fue sumamente productiva: promedió 17.8 puntos y 6.7 rebotes en 29.6 minutos en 28 partidos jugados con una eficacia del 49% de cancha y 42.8% de tres en 4.9 intentos por juego. El Varese se salvó del descenso en una campaña en la que registró un récord de 10-18 y Luifa fue fundamental como el tercer máximo anotador de la competición por encima de los norteamericanos D'Angelo Harrison y JaCorey Williams.

La última imagen de Scola con la camiseta albiceleste fue en el Mundial de China 2019. Otra vez, como en la época de gloria de la Generación Dorada, fue fundamental para que Argentina redondeara un certamen inolvidable en el que eliminó a Serbia en cuartos de final y a Francia en semifinales antes de caer en la final frente a España. Scola, quien promedió 17.9 puntos y 8.1 rebotes en 29.5 minutos, fue parte del quinteto ideal del torneo junto al serbio Bogdan Bogdanovic, el francés Evan Fournier y los españoles Ricky Rubio y Marc Gasol.

Santander recuerda aquella actuación: “En China fue uno de los mejores jugadores de la competencia, nominado en el quinteto ideal, mostrando un altísimo nivel de juego tanto de cuatro como de cinco, con su tiro externo, con sus clásicos movimientos cerca del canasto, con su liderazgo especialmente. Entiendo que del Mundial hasta aquí, más que mejorar, va a mantener todas esas situaciones en beneficio del equipo”.

Dos años después, Scola volverá a la carga en busca de otra medalla olímpica para sumar a su profundo palmarés que ya cuenta con el oro de Atenas 2004 y el bronce de Londres 2012 además de dos subcampeonatos mundiales. Santander advierte que, a sus 41 años, Luifa se mantiene en su mejor versión: “A nadie tiene que sorprender que Luis vuelva a tener un torneo de altísimo nivel por su ética de trabajo y su profesionalismo, su inteligencia y especialmente por la pasión con la que juega al representar al país. Siento que no nos tiene que sorprender nada de lo que haga y es el deseo de todos verlo en un gran nivel”.

Scola ha sido una constante durante las últimas dos décadas, superándose año a año. “Hablar de qué lo distingue a Luis es difícil”, explica Santander. “Sabemos que es un jugador que busca la superación constante, año tras año se ha ido reinventando. Ha llegado a una edad alta de su carrera manteniendo la plenitud y la eficacia a la hora de competir. Por consiguiente, su temporada en Italia le va a hacer mantener un estado de forma ideal para poder competir en un nuevo Juego Olímpico”.

Después de una Copa del Mundo fabulosa que volvió a emocionar al país, Argentina viajará a Tokio con la ilusión de replicar su actuación en un certamen aún más complejo por la dificultad que representa un torneo que reúne a los doce mejores equipos del mundo. En tierras niponas, como siempre durante los últimos veinte años, Luis Scola será el abanderado de la ilusión.